Referido cuando un individuo es propietario exclusivo de principios, conocimientos, experiencias y/o filosofía en particular, el cual es posible sostener la existencia de una originalidad auténtica, esto permite el nacimiento de un estado de soberbia sobre él, debido a la convicción de creer poseer la verdad absoluta, dado su originalidad. Ese individuo a su vez permite que la envidia se apodere de si, pues no contempla posibilidad de escuchar y apreciar una originalidad ajena.
La mejor manera de enfrentar esa soberbia y envidia, es permitir el aprecio sin el cuestionamiento de esa originalidad ajena, de esa forma es posible librarse de ello, y eso es así simplemente porque nadie es dueño de la verdad absoluta, como alguna vez lo manifestó René Descartes...
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